jueves, 30 de abril de 2009

El amor en los tiempos de Influenza




Pues salimos de la ciudad fueran peras o manzanas aprovechamos el pretexto para irnos a Xochitepec, Morelos a tomar el sol. Según yo, a Emilio y a mì ya nos dio influenza hace un mes, nos tiró gacho pero con los cuidados suficientes sobrevivimos... chingo de calentura, mareo, oídos tapados y una tos perruna. Nada que no quitara cama total y juguitos.
La que la pasó bomba fue Carola que se reencontró con el Manuchecho después de mucho tiempo, ambos más maduros, Manuchecho ya tuvo sexo y Carola en plena juventud. Se la pasaron en un juego de miraditas y mimos, ladridos nerviosos, dominación suave y correteadas todos los días. No cabe duda que los tiempos violentos sacan la pasión animal. A Carola (operada pa no tener cachorros desde antes de la adopción) se le hinchó la colita y se le veían sus partes, nunca le había pasado y se lamía, no sabía qué hacer pero sólo veía languidamente a Manuchecho y lo dejaba hacer su show dominante, ladrando y mostrando su machía. Carola siempre líder primera en todo, cedía al poder de Manuchecho y se le veía segura detrás de él. Él siempre tan miedoso, se crecía ante Carola. Buenísimo.
Regresamos apenas. La pandemia emocional es la que se siente en la ciudad, más que enfermos, las personas se notan tristes y espantadas. Muchas teorías circulan alrededor, pero siempre me pregunto, tendrá que ver en esta mala imagen del df que circula por el mundo, que vivimos en una ciudad gobernada por el partido de la revolución democrática dentro de un gobierno federal panista super derecha para que se hable de una ciudad fuera de control, cuando los que vivimos en ella vemos las mejoras de esta administración y nos sintamos bien con ella? O el DF no está fuera de control, o yo tengo mucha suerte de no ver el narcotráfico, las ejecuciones, la influenza, los muertos que caen en las esquinas y el pandemonium? O existe una política de desprestigio y visión caótica o yo ya me volví loca y veo mejor a la ciudad que hace varios años, que en realidad daba miedo salir a la calle porque te asaltaban en cualquier esquina y te podían secuestrar?
En realidad creo que cada quien se forja la vida que quiere vivir y su propia ciudad... y en la mía existe el amor, los perros, gatos, animalitos, los parques, mis amigas, mi comadre embarazada anidando, mis amigos, Cesarito, Emilio, los niños y familias, mis clientes, los libros, el arte y no necesito un tapabocas, ni temo infectarme de las personas a mi alrededor. Salud y abrazos.
(por cierto más que tapabocas puedes comprar aceite escencial de menta o eucalipto y ponertelo en la nariz y boca cada tanto, detiene cualquier virus y cura la resequedad de estos tiempos pandémicos)

3 comentarios:

Xesco 2017 dijo...

Rubí, nos alegramos de saber de vosotros y de que siga la normalidad. Además con historia de amor incluída. Desde España miramos a Méjico con especial atención y cariño.
De todas formas sea como fuere lo que nos cuentas cuidaos especialmente, tanto en Méjico DF como si fuera otra ciudad.
Lo cierto es que es innegable el daño al sector turístico.
Sigue contándonos como vais.
PD. Si puedes mandame unas fotos de Ludovico. Me gustaría ponerlas en el blog de Rex.
Un saludo.

Rubí Fernández dijo...

Hola, pues sí aquí seguimos. Somos indestructibles. Tenemos unos pulmonsotes... No conozco a nadie enfermo, hasta ahora, gravemente, es la realidad, y sí internacionalmente nos hemos de ver bien mal. Pero México es bonitoooo. No sé cómo mandar las fotos pero en flickr tengo el albúm de cuatrodeperro.
Cuídense de la cochifiebre, nomás que no mata.

Sandra Luna dijo...

aunque mi única mascota es el guapo castor de peluche que (a veces) duerme conmigo, me vienen muy bien tus crónicas perrunas. Es curioso cómo podemos reinterpretarnos desde otras especies. Cariños a Lu. Y a Emilio. Y a ti. Y a tu comadre, a quien ahora mismo me cuente la feliz nueva. Abraxos.