domingo, 25 de julio de 2010

Semana labradores

Me encanta conocer perros de diferentes razas porque me imagino que fueron criados para alguna tarea en especial y me hago mis historias. Fito a leguas se ve que fue creado para ser encantador, aunque sea dominante lo que hace es con encanto no me imagino un perro de otro tamaño haciendo sus gracias con buenos resultados. Salta sobre mí y me quita mi pan. EL otro día que les di arroz con leche, él se robó la cuchara y se trepa en mis piernas agarrándose fuerte para que no lo baje, a mí me da risa aunque lo tengo que controlar para que las demás no lo imiten. Perla tengo la idea de que es una pastora, se comunica a base de narizazos, te quiere dirigir con empujoncitos de nariz y siempre quiere correr y perseguir con cara de prendidez que incluye una lengua colgante. El juego de la pelota para ella es perfecto cuando ella se lleva la pelota lejos y nadie la alcanza, así por horas. Lo malo es cuando se roba la pelota de otro perro porque tenemos que interceptarla entre todos para devolverla le da tanto gusto que todos la correteen. Jana siempre está junto a los humanos con su presa en la boca, esperando que la premien. La pequeña retriever siempre trae algo en la boca aunque esté jugando a otra cosa y sería feliz atrapando cosas en el agua, pero no se han dado las condiciones de hacerlo. El lago está muy sucio.
Y esta semana fue la de los labradores porque salieron Gregorio y Celia con nosotros. Lo primero que noto es que al irse con nosotros no quieren dejar a sus dueños, se quedan un tiempo viendo a ver dónde están. Ya luego se distraen. Les gusta mucho ir al lado de los humanos y obedecen bastante bien. Cuando presenté a Gregorio con Emilio, Gregorio se puso detrás de mí, muy tímido; lo dejamos en paz. EN el coche iba muy seriecito sin responder a las provocaciones de Perla que quiere empezar a jugar desde el coche. Después recogimos a Celia, se vieron de reojo no se acercó mucho Gregorio porque Celia le advirtió que no era una chica fácil. Pero corrieron al lado por bastante tiempo todos juntos y con otros perros. Al final del paseo y después de ir a buscar un baño para los humanos. Anduvimos sólo con Celia y Gregorio por el lago para que nos conocieran mejor, son tan obedientes, tan fieles y equilibrados. Nada los espanta tienen un caracter a prueba de situaciones estresantes. A Celia no le gusta mucho correr, sí caminar y cuando veía el Lago se quedaba viéndolo por bastante tiempo, cuando descubrió las carpas que saltaban de vez en cuando estaba más interesada aún. Me encantan los labradores.
Ya de regreso nos tiramos en el pasto a mimarlos un rato. Emilio y Gregorio ya eran cuates para entonces y Gregorio se dejaba querer, yo consentía a Celia, de repente Gregorio se acercó a Celia y la quizo olisquear ya prendidón y Celia le hizo un eheheh aguas conmigo. Gregorio se hizo guey y se alejó haciéndose el chistoso. Lo que no me gustó es que como se prendió quería hacer trenecito con mi espalda, luego con mi pierna y con toda mí. Fue muy halagador pero yo sabía que en realidad era por Celia no por mis encantos. Después que se fue Celia iba brinque y brinque y jugando con nosotros a quitarnos la correa. Le di su correa y él se llevó a sí mismo.
Son tan divertidos; por cierto presiento un romance cercano... quizá labradorcitos negros?

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